En torno a la conmemoración del Día Internacional de la Lucha contra el VIH, el Gobierno Municipal a través de las Jefaturas de Salud-Bienestar Familiar y Criminología-Prevención del Delito llevaron a cabo el “1er Concurso de Collage” con temáticas -Violencia de la Mujer, y Prevención del Delito; en el que asistieron autoridades municipales, de salud y educativas; teniendo como participantes al alumnado de las escuelas de nivel secundario y bachillerato de la cabecera municipal; al cual se sumaron un total 84 collages participantes, de entre los cuales el jurado calificador desarrolló un excelente trabajo, seleccionando a los 10 mejores documentos, para de ahí premiar en efectivo a los tres primeros lugares como un incentivo a su dedicada actividad que contribuye al mejoramiento de la salud mental de los niños, adolescentes y jóvenes.

En el mensaje alusivo a la fecha que dirigió el Dr. José Fidencio Del Toro Barajas expresó:

En el momento de la primera conferencia internacional sobre el sida, en el año 1985, el VIH era considerado aún una sentencia de muerte. El tratamiento no estaba ampliamente disponible en el mundo desarrollado, y mucho menos en las regiones más pobres. El estigma impedía que las personas seropositivas hablaran abiertamente sobre su enfermedad y evitaba que las personas vulnerables tuvieran el valor de entrar en una clínica y pedir una prueba.

Pero gracias al trabajo de los líderes políticos en la lucha contra el VIH e incontables activistas alrededor del mundo, hemos logrado un gran progreso.

Cuando por primera vez en televisión en vivo; en el año 1987, una mujer activista tomó de la mano a un hombre que se encontraba en su lecho de muerte a causa del SIDA, en un hospital de Londres, nadie hubiera imaginado que 35 años después existiría un tratamiento que permitiría a las personas VIH positivas vivir una vida plena, larga, sana y amorosa.

Pero ahora nos enfrentamos a un nuevo riesgo: el riesgo de la complacencia.

A medida que las personas con VIH viven más tiempo, el SIDA es un tema que se ha desviado de los titulares. Y con ese desvío de atención, corremos el riesgo de un desvío real de financiación y de acción para vencer al virus.

No podemos perder el sentido de urgencia, porque a pesar de todos los avances que hemos logrado, el VIH sigue siendo uno de los desafíos mundiales más apremiantes y urgentes: solo el año pasado (2021) a nivel mundial 1.1 millones de personas murieron de sida y 2,1 millones se infectaron. El VIH sigue siendo la principal causa de muerte entre los adolescentes del África subsahariana y alrededor del mundo. En México, las tasas de infección siguen aumentando entre grupos poblacionales importantes a pesar de la disponibilidad de pruebas instantáneas y el acceso universal al tratamiento.

Por lo tanto, es hora de que una nueva generación de líderes dé un paso adelante.

Es hora de que demos un paso adelante para asegurarnos de que ningún joven y ninguna persona sientan vergüenza al pedir una prueba del VIH.

Es hora de que demos un paso adelante para asegurarnos de que los niños y niñas con VIH no dejen de jugar con sus amigos, compañeros de clase y vecinos.

Es hora de que demos un paso adelante y reconozcamos que el estigma y la discriminación siguen actuando como la mayor barrera para vencer esta enfermedad de una vez por todas.

Lo que creo es que no podemos vencer al VIH sin dar a los jóvenes de todos los países la voz que se merecen. Sin educación y sin empoderamiento, el VIH ganará.

Porque sin lugar a duda; es suficientemente malo que haya gente muriendo gente por el SIDA, nadie debería morir a causa de la ignorancia.

Al ayudar a los jóvenes a luchar contra el VIH, no solo pondríamos fin a esta epidemia, sino que cambiaríamos el rumbo de la historia durante toda una generación.

Así que el día de hoy te recuerdo querido tuxpanense, el VIH no hace que sea peligroso conocer a las personas, así que puedes estrecharles la mano y darles un abrazo: el cielo sabe que lo necesitan.

Estoy seguro de que, como municipio, todavía necesitamos desarrollar una comprensión más profunda de lo que realmente es el SIDA. Posiblemente, ser un poco más conscientes y un poco menos avergonzados acerca de cómo se transmite el virus, incluso cuando realmente no nos veamos en riesgo. De esa manera, quizás, podamos desempeñar un pequeño papel para ayudar a proteger a una persona que amamos de infectarse con el VIH.

Para aquellas madres, niños, mujeres y hombres que ya viven bajo la oscura sombra del SIDA, debemos ayudarlos a volver a la luz.

Para tranquilizarlos.

Debemos respetar y apoyar sus necesidades. Y tal vez podamos aprender de ellos cómo vivir nuestra propia vida más plenamente, por el tiempo que se nos permita.